sábado, 24 de marzo de 2018

CAMBIANDO MI ENFOQUE DE EDUCACIÓN INCLUSIVA , DIVERSIDAD Y APRENDIZAJE



Inicialmente, debo decir que hablar de inclusión en el contexto educativo ha sido un tema apasionante para mí.  De hecho, con frecuencia he encontrado en el aula de clase grupos de estudiantes con diversidad de necesidades educativas. Debido a esto, me he cuestionado con frecuencia sobre la pertinencia de las estrategias pedagógicas que aplico durante el proceso de enseñanza-aprendizaje y si estas prácticas atienden adecuadamente sus expectativas y son factores coadyuvantes de una formación que les permitirá a los jóvenes abrirse caminos a nivel profesional y laboral. Por esta razón, decidí ingresar al curso diversidad y aprendizaje. En esta clase, he vivido experiencias enriquecedoras que definitivamente han originado un gran cambio de enfoque en mi práctica docente en lo referido al aprendizaje, la diversidad y la inclusión. Las cuales puntualizaré a través de los siguientes párrafos.

En primer lugar, debo reconocer mi desconocimiento respecto al concepto vigente de educación inclusiva.  Antes del curso, consideraba que sólo eran susceptibles de ser incluidos en las instituciones educativas los estudiantes con necesidades educativas especiales. Ahora, manejo con mayor propiedad el concepto y reconozco que estaba incurriendo en un gran error. Según el MEN (2017)
La educación inclusiva es aquella: en donde todos los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, según sus necesidades, intereses, posibilidades y expectativas, independientemente de su género, discapacidad, capacidad o talento excepcional, pertenencia étnica, posición política, ideología, visión del mundo, pertenencia a una comunidad o minoría lingüística, orientación sexual, credo religioso, lengua o cultura, asisten y participan de una educación en la que comparten con pares de su misma edad y reciben los apoyos que requieren para que su educación sea exitosa. (p.11).

En segundo lugar, consideraba que los niños con NEE debían asistir a instituciones especializadas y no a colegios tradicionales.  Sin embargo, gracias a las charlas de las clases y a los textos trabajados en estos dos módulos, considero que la inclusión involucra a todos los estudiantes, que forman parte de un sistema que no excluye a nadie. Es así como, en actualidad puede hablarse de una verdadera inclusión educativa que atiende a la diversidad.



Dentro de este marco, la diversidad según Muntaner (2010) es algo inevitable en la escuela porque está presente en las instituciones educativas y por ende en los salones de clase.  El autor plantea que como docentes y desde la lógica  de la heterogeneidad se deben reconocer, admitir y aceptar las diferencias como algo natural. También, sugiere que se deben crear estrategias pedagógicas apropiadas que permitan optimizar la capacidad del profesor para responder adecuadamente a esta diversidad sin necesidad de categorizar ni clasificar a los alumnos. Afirmación con la que estoy de acuerdo.  A modo personal, considero que la diversidad es una realidad latente en nuestro contexto. De lo que se concluye que, existe una inminente necesidad de formación e investigación sobre el tema si lo queremos es brindar una formación adecuada a todos los estudiantes.

Por otra parte, en lo referente al aprendizaje, Fernández (2003) dice que el plan curricular debe pensar las formas de mediación pedagógica y los apoyos necesarios para la atención de la diversidad. Por consiguiente, es relevante involucrar el acompañamiento de profesionales y padres,  así como como gestionar la capacitación docente y la  provisión de materiales necesarios para este fin. En este sentido, considero que hay falencias a nivel institucional.



Para ser más precisos, a nivel nacional los maestros que tienen acceso a formación en educación inclusiva son una minoría. De igual forma, son pocas las instituciones educativas que cuentan con profesionales de apoyo para atender a los estudiantes dentro del contexto de la diversidad. Lo anterior, se convierte en un factor que genera sin lugar a duda, falencias a nivel de acompañamiento en el proceso de aprendizaje de los jóvenes. En atención a lo expuesto, reitero mi posición frente a la importancia de la formación docente como empoderadora de profesionales capaces de atender a la diversidad del contexto educativo.

De otro lado, Sternberg et al (2008) presentan el aprendizaje de la inteligencia exitosa como la habilidad para conseguir el aprendizaje según estándares individuales, Así como, explican que este proceso requiere de la valoración de las habilidades de los niños, teniendo en cuenta que poseen múltiples perfiles cognitivos. Conviene resaltar, que es ineludible proveer al docente con recursos y estrategias pedagógicas que atiendan, eficazmente las necesidades y diversidades de los jóvenes, principalmente a quienes no aprenden con las metodologías habituales. En el mismo sentido, EDUCA DIGITAL (2015) subraya que el docente debe ser creador de experiencias para optimizar su rol y trasformar su desempeño en al aula. De esta forma, suplirá las múltiples necesidades de aprendizaje de los estudiantes. Del mismo modo, Abellán (2010) ratifica que un cambio de actitud docente y nuevas líneas de formación permiten responder a los retos a nivel de educación que la actualidad nos exige como maestros responsables. 



El análisis precedente permite deducir que no se puede hablar de educación inclusiva, sin hacer referencia a que la escuela es para todos.Esto quiere decir, que en las escuelas la diversidad de necesidades de nuestros estudiantes es un factor común. Para atender la diversidad es relevante reconocer que los jóvenes tienen ritmos de aprendizaje diferentes y que cada niño es único e irrepetible. En palabras de Fernández (2003) la escuela inclusiva involucra niños diferentes que poseen dificultades y necesidades distintas de aprendizaje y frecuentemente la abandonan cuando sus necesidades no son atendidas. Esta afirmación es una preocupante realidad que como docentes debemos repensar y modificar.  De ello resulta necesario admitir que las prácticas pedagógicas deben ser replanteadas, los docentes tienen que ser diseñadores emprendedores de los "sistemas" escolares y de las propias escuelas. EDUCA DIGITAL (2015).   



Para continuar, presento algunas experiencias significativas en el desarrollo del curso que me han permitido reconocer con mayor propiedad diferentes situaciones que viven las personas, lo que sienten y la manera de tratarlas sin que se sientan afectadas emocionalmente. Entre ellas: 1. El caso de Sara, indagar el material bibliográfico sugerido en las clases me ha ayudado a entender qué le sucede a la estudiante. Al iniciar el año escolar sentí que no estaba preparada para influir positivamente en su vida. La niña fue evaluada con una prueba cuyos resultados determinaron un rango muy bajo de capacidad cognitiva y retraso leve en su desarrollo. Igualmente, Sara tiene hemiparesia causada por meningitis en su primer mes de vida.  Pienso relevante, compartir que antes la veía con ojos maternalistas, el trato que le daba en clase era inadecuado, la protegía en exceso. Dado que, durante las clases se han suscitado intervenciones tanto de docentes como de compañeros conocedores del tema, mis prácticas pedagógicas se han encaminado adecuadamente. 2. El ejercicio en clase de discapacidad visual, me permitió apreciar lo que viven las personas invidentes. También, cómo les gusta ser tratados y la forma de guiarlos correctamente.   A causa de esto, recordé  a Sebastián, joven que tuve por fortuna como estudiante en mi clase hace varios años. Con toda seguridad, puedo afirmar que de haber recibido formación relacionada con el tema antes, hubiera influido mucho en su formación académica. En este sentido, hubiera podido recomendarle el uso de las dispositivos tecnológicos  que conocí en las clases.  No obstante, posiblemente llegarán a mi clase estudiantes que podré acompañar en su proceso académico en forma apropiada gracias a la formación que estoy recibiendo. 3. John estudiante de grado octavo quien transcribe perfectamente pero no entiende lo que escribe. El estudiante, no sabe leer. Desafortunadamente, en las reuniones de promoción y evaluación de la institución, no se indaga sobre la forma de ayudarlo para reforzar  sus potencialidades. Por consiguiente, no ha habido procesos tendientes a involucrar a su familia, docentes y orientadora para realizar el proceso que el joven requiere.   En efecto, tampoco yo conocía el camino a seguir en este caso. Ahora, conozco el Decreto 1421 de 2017 y el proceso de atención que requiere el joven para ser apoyado por la escuela y su familia. Es decir, el PIAR y los ajustes razonables, entre otros procesos. Por último, me referiré a Bryan, joven que padece de epilepsia y tiene un desempeño académico bajo. No conocía la relación entre lo que sucede a nivel neuronal en su cerebro y su proceso de aprendizaje. Ahora entiendo, las causas de su bajo nivel cognitivo y soy conocedora de algunas estrategias pedagógicas pertinentes para apoyarlo. Conviene subrayar, que relacioné tan solo algunos de los casos que se presentan en mi contexto educativo.

Respecto a las inquietudes que han surgido durante el curso puedo mencionar: ¿Cómo apoyar a los estudiantes con bajo desempeño académico generado por situaciones de violencia y desplazamiento?.   ¿Cuál es la forma de acompañar adecuadamente desde el rol docente a las niñas con problemas de aprendizaje causados por estados depresivos relacionados con abuso sexual? . ¿Es posible que desde mi práctica pedagógica pueda usar estrategias para apoyar a estudiantes que están inmersos en el consumo de estupefacientes? ¿De qué forma se puede reconocer  en el aula de clase a un estudiante que posee talentos excepcionales? ¿Qué prácticas pedagógicas son pertinentes para atenderlos? .  

En síntesis, la educación inclusiva es un proceso que requiere del trabajo conjunto de padres de familia, docentes y profesionales de apoyo. Es evidente reconocer que el docente puede convertirse en agente un empoderador del proceso de aprendizaje de los estudiantes dentro del marco de la diversidad. Sin embargo, no puede ser el único responsable del proceso. Sin el apoyo de los padres de familia y profesionales especializados no se logrará una verdadera educación incluyente. !Es responsabilidad de todos!




 Referencias

Abellán, R. M., de Haro Rodríguez, R., & Frutos, A. E. (2010). Una aproximación a la educación inclusiva en España. Revista de educación inclusiva, 3(1), 149-164.

Educa digital, I. (2015). Design Thinking para Educadores.

Fernández, A. (2003). Educación inclusiva: Enseñar y aprender entre la diversidad. Revista digital UMBRAL, 13, 1-10.

MEN (2017). Orientaciones para la transición educativa de los estudiantes con discapacidad y con capacidades o talentos excepcionales en la educación inicial, básica y media. Bogotá, Colombia.

Muntaner, J. J. (2010). De la integración a la inclusión: un nuevo modelo educativo. Arnaiz, P.; Hurtado, Mª. D. y Soto, FJ (Coords.), 25, 1-24

TERNBERG, R., & GRIGORENKO, E., & FERRANDO, M., & HERNÁNDEZ, D., & FERRÁNDIZ, C., & BERMEJO, R. (2010). Enseñanza de la inteligencia exitosa para alumnos superdotados y talentos. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 13 (1), 111-118

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